Uno de los mensajes más importantes que quiere transmitir la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), es que al romperse una pareja con hijos, estos no pierden una familia, sino que pasan a tener una relación diferente.

Quienes trabajan en este ámbito inciden mucho en que la ruptura no debe suponer una cuestión jurídica, sino emocional. Un mediador va a trabajar este campo, no va a imponer nada, aquí las partes ponen sus propias normas y no es un juez quien les dice lo que deben de hacer y como. Se trata de que puedan elegir, sin que nadie les imponga nada y haciéndolo de una forma amistosa y de esta manera se evita el sufrimiento de los menores, a los cuales se debería de tener presentes en todo momento y velar por su bienestar.

Las formas de llegar a la mediación son dos: por propia iniciativa o por la vía intrajudicial. Para que la mediación se produzca debe de existir la voluntad por ambas partes en el proceso.

Leer más: www.eldiario.es/nidos/Mediacion-familiar-reestructurar-relaciones-separacion